Era domingo, pero volvieron los atascos. Se cerraron -¡nada menos!- que dos grandes carreteras nacionales con nombre de autopista: la A-1 y la A-6.
La inigualable ministra de Zapatero despreció la oferta de quitanieves la Comunidad de Madrid. Total, a ella qué más le da.
En la Puerta del Sol, varios centenares de defensores de la libertad desafiaron a la nieve para pedir que, ¡de una vez!, concluya una dictadura que ya lleva cincuenta años y un mes de opresión al pueblo cubano.
Hacía un frío nada caribeño en la Puerta del Sol. Pero se respiraba cierta esperanza de libertad.
El día anterior, el sábado, hubo otra manifestación en Madrid; una que pedía dictadura y represión.
Como escribió el domingo mi compañero de blog de aquí mismo -Pablo Casado- en El Mundo: ¿Alguien se imagina una manifestación para jalear la dictadura de, digamos, Pinochet?
Quizá es porque la dictadura de los Castro es, para los del buen rollito, una de buen rollito. Eso sí, no consta que quieran irse a disfrutarla allí personalmente.
Escrito por pilarmarcos 
Patio de Corrala 