Hermann Tertsch es un magnífico periodista. Y es, además, un hombre valiente. Las dos cosas, además, están acreditadas por una trayectoria de muchos años.
En la madrugada del 3 de junio, casi con una hora de retraso porque los sindicatos estaban celebrando su enésima jornada de huelga en Telemadrid, dijo muy claro en antena a qué obedecen los sistemáticos paros en la cadena:
El objetivo es callar Telemadrid.
El objetivo es tapar la boca al discrepante.
El objetivo es que no haya ninguna televisión que se atreva a plantar cara, con información y con opinión, al zapaterismo.
El objetivo es imponer la censura.